Nos gustan las sorpresas

Luces apagadas. Todos, detrás de una puerta, agazapados debajo de una mesa o escondidos detrás de un sofá. Hay tanto revuelo que parece el juego de tinieblas.

-Schh…Schh…Que viene, que viene!

-Calla que te va a oír!

Todos juntos.-¡Sorpresa!

Y entonces la cara del homenajeado se ilumina y todos aplauden. Todos los participan en la sorpresa. Mientras das una sorpresa no estás para ti es el momento del otro. La magia de las sorpresas nunca me deja de maravillar…

Hay muchos tipos de sorpresas, están románticas que se hacen con muchísimo amor pero que al final resultan en la compra de un montón de chuminadas inútiles, dentro de esta categoría también clasifico la tipo: viaje romántico. Consiste en ese viaje sorpresa a donde siempre soñaste o nunca imaginaste, en el fondo es igual porque lo que importa es la sorpresa. Sin duda, prefiero el viaje.

También esta la fiesta de cumpleaños sorpresa, un clásico del repertorio. Conseguir que el que cumple años no se enteré de que le van a dar una fiesta sorpresa es toda una hazaña, reservada solo a personas con suma picardía y sutileza. Para no desvelar este tipo de cosas intento mantenerme el mayor tiempo callada…A veces guardo también un secreto o una sorpresa que se me olvida.

Y por fin llegamos a mi categoría favorita: las sorpresas erasmus. Consisten en que aparezca uno o varios amigos del erasmus que no esperábamos, llevo años involucrada en diferentes tipos de eventos y quedadas, y siempre como guinda hacemos algo así.

Esta vez, la que sorprendo soy yo. Cuando leáis estas líneas estaré en Berlín con mi amigo Sergio. Si, amiguitos, si es otro español más que emigro a Alemania. Pero en su caso es para bien.

La idea a sido de Fer, español que vive en Roma. Como podéis comprobar la única de esta historia que continúa anclada a Madrid soy yo y es al mismo tiempo una bendición y una maldición.

Desde que terminó mi erasmus, me he ido recorriendo distintos puntos de la geografía española y europea. Cuando viajas para ver a amigos erasmus, deja la guía de viajes en casa, no la vas a necesitar.

No vas a ir a los típicos sitios turísticos, bueno, algo siempre cae… la puerta de Brandeburgo, el muro, el Check Point Charlie, memorial de Mauer Park, mercadillos, cervecerías…Pero olvídate de liarte a hacer fotos como a todo como un japonés. Lo que  ocurre realmente es que dejas de ser un turista y te mezclas con la gente del lugar, vives la ciudad siendo parte de ella, esa es mi idea de viajar y la de muchos otros.

 

«Basta un poco de espíritu aventurero para estar siempre satisfechos, pues en esta vida, gracias a dios, nada sucede como deseábamos, como suponíamos, ni como teníamos previsto.»

Noel Clarasó