Un particular jardín Japonés y el modo en el que observador entiende el arte contemporáneo.

Últimamente creo firmemente en que aquellas cosas que nos quedan por aprender o resolver vienen a por nosotros cuando menos lo esperamos, o cuando casi estábamos a punto de olvidarnos de ellas…

Magia! siempre magia, como la que hoy en el metro ha realizado aquel hombre extranjero que en vez de conejo tenía un ratoncillo en una cajita. Y como siempre era incapaz de ver los hilos, del mismo modo tampoco soy capaz de vez los hilos de mi destino.

Pero volvamos al tema de hoy: El jardín japonés. Hoy toca cerrar los ojos y evocar otra época, otra cultura y otros códigos de comportamiento. Una manera diferente de contemplar la naturaleza.

La obra que aquí os relato la podéis ver hasta el 20 de Abril en la Nave 16 de Matadero.

UN JARDÍN JAPONÉS: TOPOGRAFÍAS DEL VACÍO. Esther Pizarro

Todo comenzó cuando mi amiga Erika me comento que en las instalaciones de Matadero de Madrid, habían «construido» un jardín japonés y realizaban una visita guiada con taller. Todo aquello sonaba realmente bien, así que sin pensarlo dos veces nos apuntamos.

He de reconocer que no me informe en profundidad del asunto, por no decir, que con oír las palabras «jardín y japonés» todo lo demás parecían solo detalles. Y claro, los detalles resultaron ser cruciales, ya que se trataba de una obra de arte contemporáneo y un taller para trabajar también la creación artística.

Resumiendo, al final salí ganando porque las mediadoras de la actividad: Sara y Paula no solo me explicaron los elementos esenciales del jardín japonés. Sino que entre todos compartimos impresiones e interpretaciones de lo que transmite, significa o representa el arte contemporáneo. Era un grupo bastante heterogéneo en cuanto a edad, me llamo la atención la presencia de un par de familias y sobre todo la sinceridad de una niña que al presentarse dijo no saber porque se encontraba allí.

Antes de ver el jardín nos pusimos unos patucos para no manchar el suelo, que más tarde resulto ser sal y representaba el elemento agua en el jardín, a mi me recordaba una barbaridad a un jardín Zen, solo que en este caso las dimensiones eran gigantescas y al final de la jornada se rastrillaba con un rastillo normal en lugar de diminuto.

El primer ejercicio consistía en entrar en la instalación con los ojos cerrados y caminar un poco para acercarse a la obra, se trataba de oír el jardín y sentir la «arena» bajo nuestros pies.

El sonido era el del mar, algunos decían que oyeron ruidos hojas y bosque pero yo solo percibí el mar y el suave crujido de la sal bajo mis pies.

Abrí los ojos cuando me encontraba muy cerca de las estructuras, tenía la impresión de que podía tratarse del mapa de Japón y le dije a Erika que estaría muy bien observarlo desde arriba para poder abarcarlo en su conjunto.

Tenía unos colores preciosos, pero lo que más me gusto era como ese jardín hacía sentir a la personas, la gente sonreía, se hacía fotos, se notaba que lo estaban pasando bien. Un grupo de niños correteaba sin cesar, en busca de trozos pequeños de musgo o liquen caídos de la obra. Un niño me mostró un trozo y le dije que aunque fuese del suelo mejor sería que lo escondiese no sea que alguien creyera que lo había arrancado. Varios niños continuaron con la búsqueda y algunos hasta encontraron sal teñida de rosa.

Creo recordar que había un total de 22 bonsais que representaban las ciudades más pobladas de japón y que los colores del musgo hacían referencia a las distintas densidades de población.

Entre los cortes y pasadizos, se observaban paneles iluminados, que representaban a las casas de Té que hay todo jardín japonés que se precie. Representaban esas puertas correderas hechas de papel de arroz. Creo que si en aquella nave hubiese habido algún japonés se hubiese sentido identificado con aquella obra.

Me gusto bastante, tal vez por que desde siempre me han gustado las maquetas y los belenes, y esta obra tiene un poco de ambas. Imagino a la autora colocando trocito a trocito.

Una gran sorpresa fue que la autora estaba entre el público del taller y que se trataba de una de las madres de familia, tenía el pelo color caoba y un abrigo llamativo, pero aún así en ella resultaba elegante. Quizá porque su rostro era sincero y su voz calmada.

Un señor que me recordaba a un actor que tal vez nunca conocí, expreso perfectamente mis sentimientos (muchas veces no distingo entre sentimientos y pensamientos) acerca del arte contemporáneo. Dijo que el arte contemporáneo debía de ser explicado, que el observador no captaba todos los detalles de la obra a simple vista como en un cuadro. Esto genero un debate, uno de esos en los que todos llevan parte de razón pero depende de la interpretación que le des.

Otros dijeron que simplemente se trataba de que el observador tenía que ser más activo y tenía que participar en la obra. Era algo así como cerrar el círculo que el «artista» había dejado abierto.

Las mediadoras hablaron de descubrir los códigos mediante los cuales el artista se comunica con el observador. Las obras de arte contemporáneo están abiertas a múltiples interpretaciones.

He de confesar que todas las aportaciones me parecieron casi indispensables, sobre todo porque me hizo regresar al tema de la Proactividad.

Es como un Ey! ya ni tan siquiera se puede ver una obra tranquilo y ya esta, no señor, hay que darle al coco y sacar tus propias conclusiones.

Como broche final llego el momento de la creación, se trataba de completar el jardín con dibujos en la sal, que representaran, peces, corrientes marinas, lo que se nos ocurriese.

Comencé trazando una línea muy marcada desde una de las plataformas hacía el límite del jardín. Pensaba que sería la ruta de un barco, pero después le quise hacer una marcas como a los vientos en los mapas del tiempo. Y pronto me di cuenta de que se trataba de la columna vertebral de una ballena. Era la ruta de un barco ballenero.

Otros representaros las fallas o placas sobre las que se asienta Japón. Los niños hicieron una montaña de peces. El señor actor represento el símbolo de la radiatividad. Otra persona líneas sinuosas que acababan en una espiral, que representaba las conchas del fondo marino.

Me dí cuenta de que todos llevamos dentro un pequeño artista contemporáneo. ¿Y tu vas a liberar al tuyo en un jardín Japonés o en la arena de la playa? ¿O tal vez uses la cuchara con la que remueves tus cereales?

 

 

¿Lo oyes? La Tierra te esta llamando!

Con motivo del Día de la Tierra, se van a celebrar una serie de actividades relacionadas con actitudes y acciones que benefician a nuestro planeta. El consumo responsable, la movilidad sostenible, gestión de residuos y la Biodiversidad serán los protagonistas en el campus de Ciudad Universitaria.

Escucha la llamada y ven a conocer como es posible tener un menor impacto sobre el planeta.

La voz del universitario

Las asociaciones de estudiantes, las asambleas de estudiantes, las protestas contra la nueva ley de educación de «mi muy querido ministro Wert». Todo ello, conforma la movilización de los estudiantes que se esta sintiendo en los últimos meses.

Secundo todas estas protestas e incluso he participado en algún encierro y manifestación. Pero me gustaría afrontar los problemas desde otra perspectiva, desde la perspectiva de la acción más que de la queja.

Y por acción no me refiero a tomar las armas y que arda todo, sino a ser jóvenes «creadores», «emprendedores» y «soñadores».

Frente a la precariedad formativa y a la escasa oferta laboral de calidad, en otras palabras, ni te permiten estudiar, ni te permiten trabajar. Debemos sacarnos nosotros las castañas del fuego porque esta claro que «Papá Estado» hace tiempo que nos repudió.

Hasta ahora estamos funcionando en modo «reactivo», ellos nos aprietan las tuercas y nosotros respondemos. Debemos cambiar al modo «proactivo», generando nuestros propios proyectos y llevándolos a cabo. El dinero no lo es todo, nos han hecho creer en la crisis, su crisis se ha convertido en nuestra crisis.

No somos culpables del escenario que nos dejan, somos culpables sino hacemos nada por mejorarlo.

Algún despistado, ha entrado por casualidad en la página «Eres noticia» donde os invito a que me contéis vuestro proyecto, idea, afición. De momento no he recibido ninguna propuesta pero no me desanimo, se que tarde o temprano, ¡llegarán vuestros mails!

(Error: actitud reactiva, justo, justo el comportamiento del que os aconsejaba alejaros. ¿Esperar con cara triste en casa a que lleguen vuestros mails? No! Ya estoy dando forma a ideas para escribir sobre varios proyectos…)

Taller de desarrollo de la creatividad: ejercicio I

Os propongo cultivar vuestra creatividad con sencillos ejercicios que iré desarrollando cada semana.

Empecemos por: «Jugando a escritores y guionistas». Lo que pretendo es alimentar vuestra capacidad para contar historias.

Ejercicio Individual: Escribe una guía de libros de bolsillo.

No parece muy creativo, ¿verdad? Si lo es cuando lo único que será de verdad es la portada del libro, inspírate en la imagen y el título. De hecho lo divertido es que no hayas leído ninguno de los libros que escojas, cuanto menos sepas mejor.

Os dejo una pequeña muestra:

«Era noche cerrada, cuando Jeremiah Blocker aparcó su furgoneta en la entrada del camino a la Granja de los Jackson. Un sudor frío recorría su frente mientras se preparaba para dar la noticia a sus vecinos…» así comienza la inquietante novela negra de la conocida autora Ursula K. Le Guin después de llevarnos al abismo con «Burbujas de nitrógeno en la gruta submarina» nos trae ahora todo el horror que puede desarrollarse  en las llanuras de Nebraska.

Es la primera novela del joven escritor Italiano Gramellini.

Gianni es un niño que crece en la Roma de los años 50, lleno de ilusiones pero con la pesada carga de un padre que los abandonó cuando más lo necesitaban. Alexio, un viejo enfermo que siempre está sentado en un parque será su guía en la complicada senda hacía la madurez.

Ejercicio en grupo: se requieren mínimo tres personas, la primera persona inventa un título para una película, la segunda hace un breve resumen a modo de trailer. Es más divertido si se hace con voces y sonidos e incluso gestos. La tercera persona narra la historia.

Espero que os haya parecido interesante y si queréis aportar, el resultado de vuestros juegos o bien, otros juegos sobre contar historias. ¡Sois bienvenidos!