Las mariposas de mi campus

¿Alguna vez has corrido tras tus sueños?

Cuando era pequeña solíamos jugar en un pequeño jardín que se extendía debajo de mi bloque. Los niños que nacemos en ciudades pasamos menos tiempo en contacto con la naturaleza. Allí donde podría haber un árbol hay una farola y donde podría estar un arbusto una papelera.

Tal vez, esta ausencia de elementos naturales fuese la que me hacía buscarlos con más curiosidad.

Jugábamos a untar resina de pino en palitos u hojitas, lanzarnos frutos de arbustos. Mirar debajo de la corteza del plátano de sombra para buscar chinches zapateras, queríamos salvarlas y las llevábamos a un lugar seguro.

Cuando llegaba el buen tiempo aparecían en el jardín mariposas blancas, las veía volar en parejas y elevarse en círculos. Eran preciosas! Hoy se que posiblemente fuesen Pieris rapae o Blanquita de la col.

Siempre les decía hola y adiós, de hecho eran los únicos animales a los que saludaba…

Años después y con motivo de las típicas salidas al campo del colegio. Una profesora de Conocimiento del medio llamada Asunción nos pidió que relatáramos aquellas visitas a modo de redacción. Por aquel entonces conocí la existencia de » La metamorfosis» de  Franz Kafka.

Pensé entonces que si él podía convertirse en un insecto, yo también. Como podréis adivinar elegí una mariposa. Las mariposas de la Península Ibérica no me parecieron tan llamativas como la mariposa monarca.

Descubrí que esta mariposa migraba y que podía recorrer grandes distancias. El mito de lo efímero y de la fragilidad de las mariposas parecía desvanecerse.

Emplee casi un mes en estudiar la anatomía, metamorfosis y ecología de la mariposa monarca. Recortaba fotos de revistas donde aparecían hormigas y abejas, dibujaba ardillas…

Después de la parte documental de mi trabajo, se me ocurrió que al ser la mariposa «extranjera» un grupo de excursionistas/ científicos armados con cazamariposas, perdieron un bote que contenía su huevo en medio del bosque.

Y allí comenzaba la historia, la mariposa seguía su ciclo vital a través del pinar, el robledal, el hayedo,etc… Y para conocerlo todo iba preguntando a los demás animales sobre cosas curiosas que veía como por ejemplo: las agallas de los robles.

Este trabajo gusto tanto a la profesora que lo encuaderno y guardo una copia en la biblioteca del colegio ( pese a estar repleto de faltas de ortografía )

En el momento en que  acabé ese trabajo supe que quería estudiar Biología. Pero no ha sido hasta muchos años después cuando los cazadores de mariposas me han encontrado.

Una vez por semana y cazamariposas en mano realizamos el mismo recorrido. Para identificar a las especies presentes el campus. Nunca imaginé que la naturaleza pudiese estar tan cerca de mí y cuanto más observo, más detalles veo.  Ahora las mariposas están por todas partes… y parece ser contagioso porque cuando les hablo a otros de ellas ellos también comienzan a verlas cuando pasean al perro, o van a comprar el pan. Siempre vemos lo que queremos ver.

«Cuando corro detrás de una mariposa siento que corro detrás de mis sueños.»

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Seguimiento de fauna Campus CEI-Moncloa

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