Dedicado a Javier Boyero.
Para empezar, ¿Qué es eso de mainstream? La primera vez que oí esta palabra fue cuando David me explicó lo que es un hipster. Estábamos hablando sobre tribus urbanas, tendencias y cosas del estilo. Le pregunte si los góticos bebían sangre y ese tipo de cosas… (destacó mi carga de prejuicios habitual, es algo en lo que estoy trabajando). Sin entrar en el amplio mundo hipster podemos definir mainstream como corriente principal, algo común, incluso tildarlo de vulgar. Si eres mainstream te cuesta un poco entender esta distinción al principio. Es algo así como cuando un gitano te llama payo, la palabra no estaba en tu vocabulario.
De modo que en los últimos meses le he estado dando vueltas a esta dicotomía: mainstream-hipster, analizando mis hábitos y mis costumbres, no solo los actuales sino un poco repaso de todo…
El resultado es que no solo me gusta el reggaeton y Pitbull, sino que soy una persona capaz de escuchar el mismo Hit de los 40 principales hasta 10 o 15 veces seguidas y cuanto más lo repito más me gusta. Me gustan las cosas simples y repetitivas.
Me gusta el humor de José Mota y el club de la comedia. A veces veo la teletienda o programas del Tarot, aún no veo los juegos del casino en la tele pero todo se andará…
En general veo mucha tele y muchas series repetidas, no he visto ninguna temporada de «Lost», solo capítulos sueltos quizás por eso nunca me enganche.
Como otros muchos he dedicado los fines de semana a ir de bar en bar y de discoteca en discoteca, en las que por supuesto sonaba Pitbull! Soy capaz de reírme con cosas sencillas y bromas tontas.
Muy de vez en cuando voy al teatro, la opera o el ballet, casi en un acto para recordar que existen. En cuanto a los museos, me gustan bastante, ya sean pinacotecas, museos arqueológicos o museos interactivos de ciencias.
Siempre que puedo asisto a Talleres o jornadas que poco a nada tienen que ver con mis estudios o con mis rutinas, creo que tienen que ver con cosas que me llaman desde dentro, algo así como una curiosidad innata.
Ayer asistí a una mesa redonda en La Casa Encendida el título lo decía todo: » Literatura alternativa o alternativas a la literatura» , donde cuatro jóvenes del mundo de la literatura «minoritaria» actual contaron sus experiencias en el mundo de la escritura, el trato con las editoriales, la publicidad, autores que representan un referente para ellos…
Fue muy esclarecedor, puesto que la palabra mainstream captó mi atención en varias ocasiones.
Aquí me tenéis después de haber realizado una breve radiografía de mis hábitos y gustos, no consigo verme correctamente etiquetada en una caja u otra ( siendo sincera, diría que soy básicamente mainstream pero que a veces vuelo incluso por encima de los hipster) y termino planteando la gran pregunta:
¿Se puede ser mainstream y creativo?, es decir, si solo me alimento por así decirlo de la «corriente principal» podré crear cosas creativas «alternativas» o más bien siempre serán derivados mainstream.
Surgen otras preguntas como: ¿ Acaso no es «El quijote» una crítica a la tendencia mainstream de su época? ¿Es realmente creativo?
¿Puede separarse el artista, escritor, creador, de la sociedad y el período en el que le ha tocado vivir ? ¿ o le guste o no le guste es tan solo un reflejo de ésta?
¿Qué opináis vosotros?