Para ser más creativos debemos dormir suficientes horas, comer sano y hacer algo de ejercicio. En resumen, todo empieza por un estilo de vida saludable. «mens sana in corpore sano»
Ver mucha televisión y comer comida basura en grandes cantidades, no solo te hará engordar sino que además atontará tu cerebro. Entrarás en un estado de encefalograma plano donde lo más creativo a lo que aspirarás será a tararear la canción de algún anuncio.
De modo que lo primero que debemos hacer para ser más creativos es apagar la tele y salir a la calle. ( Para aquellos con suerte salir al campo)
La técnica que recoge el periódico El país en este artículo. La hemos practicado todos consciente o inconscientemente, se trata del paseo creativo.
Para dar un buen paseo creativo lo mejor sería visitar un parque grande del calibre del Retiro o la Casa de campo, Madrid Río que dicho sea de paso esta precioso tanto de día como de noche.
Las ventajas de Madrid Río son:
-Verás un montón de personas que caminan como tú, montan en bici, monopatín, etc… suele estar lleno de familias felices, parejas o grupos de amigos. Entrarás en contacto con el resto de madrileños y tal vez te despierte un mayor sentimiento de comunidad. (es el efecto contrario a lo que produce en mi el metro de Madrid).
-Podrás mecerte en una hamaca gigante de grandes cuerdas y sentirte como Jack Sparrow en Piratas del caribe, podrás practicar equilibrios imposibles al más puro estilo de la prueba de las «zamburguesas» de Humor amarillo, ya que a lo largo del «paseo fluvial» hay distintos puntos con atracciones de madera, para grandes y pequeños.
Si elegís el Retiro como destino para vuestro «paseo creativo» os recomiendo visitar la montaña artificial, el palacio de Cristal, las ruinas del antiguo zoológico y el estanque donde podéis dar un paseo en barca. Para finalizar podéis ver el único monumento del Ángel caído que éxiste.
En cuanto a la casa de Campo, por su extensión nos da para multiplicar nuestra creatividad por 10, recomiendo el paseo en teleférico finalizando en la Rosaleda (mucho mejor si vais en Primavera).
Si vuestra realidad es que no contáis con parques o jardines cercanos, el simple hecho de caminar por las calles de la ciudad puede aportaros multitud de estímulos. Si estuviésemos en Turquía os recomendaría el Bazar, lleno de artículos imposibles, luz y color.
Los mercados tradicionales pueden ser una fuente creativa al menos, para vuestra cocina, tal vez os descubráis cocinando una verdura o pescado que no conocíais.
Cuando estuve en Italia de erasmus paseábamos «Corso arriba corso abajo» y siempre surgía algo que hacer.
¡Podéis convertir cualquier paseo en un paseo creativo!