«El diablo se esconde en los detalles»

La interpretación más común de esta frase se refiere a que se puede burlar la ley o cualquier tipo de contrato fijándose en sus cláusulas, para bien o para mal siempre debemos leer la letra pequeña.

El nuevo significado que le he encontrado, tiene que ver con el trabajo diario y el mundo de la empresa en general. Casualmente, estoy leyendo: “Hacia un nuevo paradigma” de Matti Hemmi, ingeniero, innovador y creativo ofrece una especie de carta de navegación para dirigir a empresas y a líderes actuales hacia territorios desconocidos.

Una búsqueda del tesoro o más bien como indica la Hipótesis de la Reina Roja:

«Para un sistema evolutivo, la mejora continua es necesaria para sólo mantener su ajuste a los sistemas con los que está coevolucionando»

Lo que quiere decir tienes que seguir corriendo para quedarte donde estás. Para mantener tu status quo no puedes dejar de innovar. Renovarse o morir.

Después de una rápida lectura por las primeras páginas y pasar volando por algunos conceptos que ya conocía, como por ejemplo: “la orientación a las necesidades del cliente”, se abre un camino realmente interesante, que podríamos llamar “la adaptación de la organización a las personas”. Una idea tan simple y sin embargo no solemos caer en la cuenta.

También en este punto es donde aparece el diablo que se esconde en los detalles. Las empresas consolidadas desde hace años, van dejando pasar día a día pequeños detalles, pequeñas oportunidades de cambio y en su propia idea del triunfo sin darse cuenta están muriendo de éxito, porque lo que hacemos hoy puede no servir si el escenario y las reglas del juego cambian mañana.