Hoy os voy a contar una historia de esas que mi padre me cuenta, esta historia es muy especial, es una de mis favoritas y me ha cambiado la vida. Es algo así como la llave maestra de las historias, si es cierta o no, decididlo vosotros:
» Había una vez un director de cine de mucho éxito, siempre estaba muy ocupado y no estaba dispuesto a conceder entrevistas o audiciones fácilmente. Un mal día, se le estropeo el lavabo. Y como era de esperar el director tuvo que llamar a un fontanero.
Cuando el fontanero se presentó en su casa, se puso a trabajar bajo el lavabo, bajo la atenta mirada del director. Sin embargo el fontanero parecía estar más interesado en darle palique y comentarle que era actor, que arreglar el problema del lavabo.
Entre carcajadas, el director le preguntó:¿Qué clase de actor puede ser un fontanero? Entonces el fontanero respondió: para empezar, no soy fontanero y llevo aquí un buen rato y usted no se ha dado cuenta.
Así fue como nació la gran estrella Marlon Brando, creando su propia oportunidad»
Por eso, ahora cada vez que se cierra una puerta o surge un obstáculo pienso: Tiene que existir otra manera ¿Que habría hecho Marlon Brando?
¿Qué ocurre cuando me dicen «NO»?:
- Insisto (si ven que tienes interés suelen cambiar de opinión).
- Cambio la propuesta, vuelvo a casa y evalúo los requisitos (sigo insistiendo)
- Aporto algo nuevo ( y vuelvo).
- Busco un proveedor sustitutivo de lo que necesito, soy flexible, me centro en el objetivo.
- Reviso si mi motivación es adecuada y en que grado es interesante para conseguir el objetivo final.
- Hablo con mis amigos de la situación y les pido consejo, suelen ser más objetivos que yo a la hora de enfocar el problema.
En definitiva, si lo quiero, si lo necesito y sí es importante para mi futuro. Llamó las veces que haga falta a la puerta, me hago pasar por la cartera o lo que sea necesario.
En mundo es de los osados, creo que la osadía está volviendo poco a poco a nuestro día. Cuando hace lo imposible por conseguir algo pero no lo lográs, al menos tienes la conciencia tranquila de que has dado lo máximo de tí.
Así fue como después todo y pese a no cumplir los requisitos de edad estoy participando en Yuzz. Algunas puertas se cerraron, me entrevistaron en el centro de Deusto Business School, donde la idea de nuestro proyecto no triunfó pero me aportaron nuevos enfoques y posibilidades, desde el centro Yuzz de la Universidad Rey Juan Carlos fueron muy amables pero por razones de registro en la organización tampoco fue posible.
Lo daba todo por perdido cuando por sorpresa llegó el email de Yuzz UAX, me recibieron con los brazos abiertos, y tanto su coordinadora Esther Hazim, el equipo y el centro CISE me han permitido asistir a las formaciones y completar las actividades como colaboradora.
Les estoy infinitamente agracedida por la oportunidad que me brindan, de seguir formando me en emprendimiento, de conocer otros proyectos y a compañeros geniales.