Luna rosa

Selfie nocturno

Son las 1:11, casualidad no lo creo. He salido a la terraza, ha dejado de llover. Tenía cita con la luna, la famosa luna rosa. La luna de la primavera.

Estoy sentada en el mismo Sofá donde pasé el primer día del año. He seguido exactamente la misma rutina, me levanto tarde y salgo al sofá de la terraza a tomar el aire. Pasó horas con el móvil y mirando al vacío.

No hay nada más ahí fuera solo planes de futuro. Y como si se tratase de la película El día de la marmota, la maldición parece haberme sorprendido, o más bien dejada suspendida en el tiempo.

Tengo la sensación de estar en un bucle continuo donde todos los días son «Hoy» pero ese hoy no deja de ser una ventana desde la que mirar al mundo pero sin experimentarlo.

En estos días recuerdo a todas las personas que he conocido, los platos que he comido, las fiestas a las que asístido…

Me quedo con todo. Lo bueno y lo malo, pago el coste de oportunidad.

Sigo pensando que tal vez la respuesta la tiene Billy Murray y que cuando él decide cambiar y ser una excelente persona todos los días no importa el motivo,la maldición se rompe y por fin consigue crear un nuevo día.

Así pues…mañana será otro día.

 

 

 

Beber vino contigo

Cover del poema «Having a Coke with you» Frank O’Hara (1965)

Beber vino contigo (mejor si es un blanco Barbadillo)

es más divertido que ir a Bolonia, Verona, Bérgamo,Ferrara , Berlín
o marearse en un Ferry que va directo a Capri
en parte porque con tus viejos vaqueros te ves como un mejor y más feliz Lavapiés,
en parte por mi amor por ti,

en parte por tu amor por las barbacoas
en parte por todas las plantas que crecen en tu habitación y me quitan el sueño,

en parte porque siempre me distraigo mirando animales cuando caminamos por el bosque

en parte por ese hormigueo que siento cuando se cierran las puertas del ascensor

en parte por el hilo rojo que nos une, en parte por el secreto que nuestras miradas asumen enfrente de la gente y mi afición a hacerme fotografías con las estatuas,

es difícil de creer que cuando estoy contigo puede existir algo tan quieto,tan solemne y definitivamente tan desagradable como las estatuas, tan opuesto a lo que siento,
en la tibia luz de las 6 de la mañana de Madrid, vamos a la deriva de ida y vuelta
entre nosotros, como un árbol respirando a través de sus estomas.

Cuando miro retratos y no veo las caras en absoluto, sólo pintura
y tú simplemente te preguntas porque alguien en el mundo lo hizo.

Cuando me preocupo por lo que vamos a hacer

y tú simplemente sabes que algo pasará

Te veo (como en Avatar)
a ti y prefiero mirarte a ti que a todos los retratos del mundo,
excepto tal vez por la curiosidad morbosa, de ver el retrato de Dorian Grey o el retrato de Van Gogh que de todos modos está en el Museo d’Orsay,
al que gracias al Universo aún no has ido, y así podemos ir juntos por vez primera, en esta vida
y el hecho de que te mueves tan hermosamente a través de la sala traduciéndome las inscripciones, narrando las historias del pasado
al igual que cuando estas en casa ya nunca pienso si un perezoso es un mono o un oso (porque ya lo averigüé) y la mentira no existe

o cuando tuve el síndrome de Stendahl y las ganas que tengo de volver a Florencia aunque la fuente del jabalí me dijese no
en el ensayo de un solo dibujo de Leonardo o Miguel Ángel que solían sorprenderme,
y en todos los Impresionistas que aún habiendo pintando los colores de mi alma
nunca consiguieron que la persona correcta se parara cerca del árbol cuando el sol caía.

Parece que todos han sido engañados por una experiencia maravillosa
la cual no se va a perder en mí pues te la estoy contando a ti.

Patricia Núñez López

“Having a Coke with You

is even more fun than going to San Sebastian, Irún, Hendaye, Biarritz, Bayonne
or being sick to my stomach on the Travesera de Gracia in Barcelona
partly because in your orange shirt you look like a better happier St. Sebastian
partly because of my love for you, partly because of your love for yoghurt
partly because of the fluorescent orange tulips around the birches
partly because of the secrecy our smiles take on before people and statuary
it is hard to believe when I’m with you that there can be anything as still
as solemn as unpleasantly definitive as statuary when right in front of it
in the warm New York 4 o’clock light we are drifting back and forth
between each other like a tree breathing through its spectacles

and the portrait show seems to have no faces in it at all, just paint
you suddenly wonder why in the world anyone ever did them

I look
at you and I would rather look at you than all the portraits in the world
except possibly for the Polish Rider occasionally and anyway it’s in the Frick
which thank heavens you haven’t gone to yet so we can go together the first time
and the fact that you move so beautifully more or less takes care of Futurism
just as at home I never think of the Nude Descending a Staircase or
at a rehearsal a single drawing of Leonardo or Michelangelo that used to wow me
and what good does all the research of the Impressionists do them
when they never got the right person to stand near the tree when the sun sank
or for that matter Marino Marini when he didn’t pick the rider as carefully
as the horse

it seems they were all cheated of some marvelous experience
which is not going to go wasted on me which is why I am telling you about it”

Frank O’Hara (1965)

La primera vez que escuche este poema fue en una película, se trataba de una versión adolescente del cuento de la Bella y la bestia (Beastly). Para mí es simplemente perfecto, redondo, algo que se puede percibir con todos los sentidos.

De modo que me gusto tanto que decidí emularlo, cambiando la coca-cola por vino, los lugares que cita el poema por algunos en los que he estado, la chica del naranja, el atardecer y los tulipanes por un chico…(por supuesto el poema que escribí esta dirigido a él) Sin embargo lo que no tuve que retocar fue la parte que habla de los impresionistas y de aquel hecho maravilloso.

Pensé que ese hecho podía ser cualquier cosa: el amor, la felicidad, una idea… y lo mejor de todo es que no se va a perder en mí pues te lo estoy contando a ti.

Así pues, el principio de este blog es el final de un gran poema. Es algo que no se va a perder en mí pues te lo estoy contando a ti. El amor es un sentimiento que no se puede perder en mí si lo comparto contigo.

Lo que nunca imaginé es que buscando la traducción del poema, encontraría a otras personas que habían tenido la misma idea que yo, la clave está en «las experiencias»,

todos deseamos vivir experiencias nuevas, excitantes y maravillosas, para poder volver y contárselas a nuestros seres queridos, para llevarlos algún día a todos esos lugares maravillosos, para compartir todos esos momentos.

Me encanta el modo en el que el poema capta la belleza del arte, de viajar, de los momentos cotidianos y los combina perfectamente con el sentimiento de amor.

Los nombres de los ríos

Manzanares, Alberche,Segura, Duero, Tajo, Miño, Sabato, Calore, Danubio…
Si existe algo que no transmita la grandeza de un río es su propio nombre. Es como intentar atrapar la poesía y la vida en una sola palabra, un solo sonido.
Cuando somos pequeños nos enseñan listas interminables de nombres que no significan nada. Aprendemos a localizar en el mapa lugares que jamás visitaremos y con los que en principio nada nos une.
Tal vez en alguna otra asignatura tuvimos la suerte de poder atisbar lo que es un río. De un modo fragmentado y artificial, acertamos a comprender que un río esta siempre en permanente cambio.

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Me gusta pensar que existen personas como los ríos que nacen débiles y fragiles, casí imperceptibles, pero que al poco tiempo ya son un violento torrente de agua que nada ni nadie puede detener. Ver como poco a poco van ganando agua, van creciendo para al final de sus días ser vasto remanso de paz y armonía que se funde con la inmensidad.
No todas las personas cumplen la misma función algunas ejerceran de afluentes donando su agua, su energía para crear algo más grande que ellas aunque nunca vean el trabajo finalizado.
Cuando veo una de esas fotos en las que aparece un niño bañandose en algún lugar recóndito del mundo pienso en lo que nos estamos perdiendo, en la educación que se nos brindó de niños.
Un río no puede nombrarse, un río no puede estudiarse, un río solo puede vivirse.
Hasta el 26 de junio todos aquellos que  sintáis que tenéis que compartir lo que habéis vivido tenéis una oportunidad única de expresarlo a través de una imagen en Instagram.
Subid vuestras fotos de ríos, torrentes, arroyos y riveras con #rivercontest, y seguid la cuenta @EspacioFTef.

Las cincuenta mejores fotografías se expondrán en la Galería de Instagramers Madrid con motivo de la exposición: Tras los pasos de Inge Morath. Miradas sobre el Danubio.

ACTUALIZACIÓN.

Mi fotografía ganadora, la podéis comtemplar en la Fundación telefónica, calle Fuecarral 3, Madrid.

El mapa del tesoro

Quién no ha escuchado alguna vez historias sobre piratas que enterraban sus tesoros. Riquezas descomunales que estaban escondidas en el interior de una cueva en una isla remota. Nunca entendí muy bien el sentido de enterrar un tesoro. Al igual que las ardillas, y sus bellotas. Temo enterrar algo y no acordarme donde lo hice.
Volviendo a nuestro presente, qué tesoros se ocultan en nuestra ciudad? Cuáles son los lugares reconditos que esperan ser descubiertos? Podemos jugar a los exploradores?
Desde siempre he sentido fascinación por los mapas y como a lo largo del tiempo los cartógrafos han ido otorgandoles mayor precisión. El misterioso mapa del turco Piri reis es uno de mis favoritos. Actualmente google maps, ya tiene cartografíado todo. Todo?
El mapa ya está ahí, pero le queda la «X» de donde se encuentra el tesoro.
Hace poco que me he unido al programa Local guides de Google, me pareció el complemento perfecto al proyecto «Activa ciudad» y además porque siempre me ha encantado enseñar Madrid. ( y eso que me queda aún mucho por conocer). He probado eso que dicen de aprender enseñando.
Cualquier persona que tenga ganas y un smartphone puede ser local guide. Para incentivar la participación han creado un sistema de puntos y niveles. Obtienes puntos por reseñas de lugares, fotografías, añadir sitios y correcciones al mapa. Las fotografías son para mi uno de los elementos más motivadores, ya he recibido más de 50.ooo vistas y una de ellas tienes 15.ooo vistas.

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Estoy en el nivel 3 y ya tengo mi insignia de local guide. También puedo organizar quedadas. En el nivel 4 consigues 1Tb de memoria y en el 5 puedes asistir a la cumbre mundial de local guides.
Sí con todas estas posibilidades aún no te has vuelto loco, espera porque te queda por descubrir la herramienta My maps con la que crear tus propios mapas o My space donde crear comunidades entorno a intereses por ubicación ( por ejemplo, yo he creado el espacio Burguer lovers).

¿Te animas a diseñar y compartir tu propio mapa del tesoro? ¿Quieres formar parte de  una comunidad de exploradores y guías a nivel mundial?

El próximo sábado 18 de junio, es el día de las quedadas de local guides. Date prisa, registrate y disfruta de un paseo fotográfico, una ruta geográfica o un recorrido culinario.

Viviendo una utopía

Ohhh, no hay que llorar que la vida es un carnaval y las penas se van cantando.

Hay palabras que se cuelan en tu día a día sin saber como…entes abstractos y complejos que te llaman a reflexionar una y otra vez.
La palabra utopía es una de esas, y su antónimo distopía, me han estado rondando estos días.
Haciéndome viajar a realidades utópicas y distópicas de todo tipo, en películas como: «La máquina del tiempo», «Mad max, bajo la cúpula del trueno», «Blade runner», «La isla»,…
Son tantas las cuestiones que plantean.
Ultimamente pienso mucho en vivir en una comuna hippie. Pero me he dado cuenta que si vivir en una sociedad donde esta tan marcado el sentido de la propiedad y exiten muchas normas, y aún así es díficil. Cuánto me costaría desaprender y adoptar un nuevo modelo? Qué desafíos y retos sugirían? Cuánto estoy dispuesta a sacrificar?
Y sí después de un tiempo nada funciona, cómo aceptar el fracaso de esta utopía?
Al igual que en la ciencia, esta es una situación en la que no se puede ser neutral y el observador afecta lo observado.
La utopía esta ahí esperando pero se desvanece a la hora de materializarla. Es algo así como el que persigue la felicicidad, o el que analiza el amor. Al final lo divides todo tanto que no queda nada.
Hoy es un día utópico, al igual que Alicia yo también he seguido al conejo blanco hasta su madriguera. Aunque Alicia se llame Tamara y no trabaje para la reina roja sino para la empresa de publicidad Fluor. Y el país de las maravillas sea el Utopía festival.

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Por un día voy a dejar pasar de largo todas estas meditaciones y a sumergirme de lleno en la música y el sol. Nada más. Tan sencillo y tan complejo.

Inspiración Ferrari

«Tu te pareces mucho a un Ferrari,tienes cosas comunes con él. Empezando por Enzo (es el nombre mi sobrino), tu segunda nacionalidad italiana (me siento medio italiana), tu potencial (con que buenos ojos me mira..), y lo mucho que vales. Y que el Ferrari no lo puede tener cualquiera. Pues puedes escribir en tu blog de esto y lo mejoras, y puedes decir que te lo ha dicho un amigo. Te dejo nombrarme y si quieres  yo aporto más cosas, por ejemplo la foto de Ferrari.»
Sergio.

Este es el mensaje que me dejó mi amigo Sergio, ayer mismo. Le había contado que me estaba costando mucho sacar tiempo para escribir en el blog. Lo cierto es que un blog es algo complejo y vivo, y da gusto que tus amigos te apoyen y te den fuerzas para seguir, te lo pongan más fácil y quieran colaborar, quieran participar en él. Un espacio compartido donde crear algo nuevo cada día.

No te vayas todavía

Hola de nuevo, sí; aún estoy viva…

Soy Patricia la persona que escribe estas líneas y que lleva año y cinco meses con este blog. El proyecto no ha muerto, os podría contar mil historias sobre los cambios que tengo preparados para el blog pero ninguna sería cierta. La realidad es que llevo sin aparecer por aquí más de un mes, y las razones son múltiples: nuevos proyectos, trabajo de encefalograma plano y aires de primavera.

No sé, si los de Iron Blogger me siguen admitiendo en su club. O sí, se me ha caído al suelo el título de blogguera…

El domingo pasado le pedí a un amigo, llamémoslo A.G.L. (para que mantenga el anonimato) que me sugiriese un tema que tratar. Voy con retraso de mil cosas que contaros pero aún así me gusta pedir opiniones y luego hacer lo que me da la santa gana.

Pues bien, me propuso el tema de las despedidas, creo que en el blog ya había tratado el tema de los reencuentros, porque me prometí cuando lo empecé buscar lo bueno de todo.

«He decidido caminar por el lado bueno de la vida», de todos modos y sin que sirva de precedente me voy a enfrentar a las despedidas, como en su día hice con las rupturas.

Llamadme bicho sin corazón ni alma si queréis, pero he desarrollado una capacidad especial para aguantar las despedidas (en este momento estoy cruzando los dedos porque mi amigo Andrea se va en dos meses y le voy a echar mucho de menos), pues bien, me dí cuenta en el erasmus entre los lloros y abrazos, de que la cosa no era tan terrible. Que lo verdaderamente importante es cumplir esa promesa de regresar o de ir a visitar al otro y tener presente las cosas que has aprendido de esa persona.

Las despedidas nos traen cosas nuevas sino nunca evolucionaríamos, si yo continuase en el mismo grupo que desde el cole y no hubiese conocido a nadie nuevo sería realmente muy triste.

Centrando un poco el tema, creo que mi amigo se refería más bien a la soledad del exiliado por trabajo en el extranjero. Pero la soledad tiene su punto de libertad e independencia, y quien sabe, yo tuve que marcharme para valorar lo que tenía en casa.

Aunque claro, mi zona de confort ya cubre España, Italia y hasta un poco de Turquía, ¿Será que este año no la amplio a más países?

Empezad sin mí

Hoy sería un día como otro cualquiera si no fuese porque me he puesto a buscar entre mis cientos de viejos papeles, realmente no estaba buscando estaba intentado ordenar mi habitación y con ello, ordenar mi vida y mis recuerdos…
Pues bien, ha aparecido una nota que no puedo datar con exactitud el hecho debió ocurrir en (Diciembre de 2005) pero pude escribir la nota mucho más tarde. Al igual que el protagonista de Memento suelo subjetivizar los recuerdos y engañarme a mi misma.

En esta ocasión recoge un episodio clave de mi vida, el momento en el cual verdaderamente Italia entro en mi vida y creo que ya nunca podrá marchar. El próximo mes vuelvo a pisar tierras italianas y seguro será toda una aventura, habrá retos, muchos retos y sorpresas.

Os dejo con la nota:
«Empezad sin mí»
Aquel retraso estaba planificado. Era imposible, desde hacia tiempo se había vuelto imposible llegar al inicio de una cena.
La chica que adoraba los espejos, encontró un aliado conocido en aquel cristal del vagón de metro, este ofrecía una imagen un poco más oscura de una chica joven «normal». Pero lo que ella trababa de buscar en ese reflejo eren restos de una felicidad pasada.
Mientras tanto en el otro extremo del vagón un grupo de italianos hablaban dando voces. Reían y comentaban cosas en un lenguaje que ella desconocía por completo.
Aunque más tarde se daría cuenta de que conocía más italiano y tenía más cosas en común de las que creía»

¿Os ha gustado?

Para empezar el análisis, no se, si os habéis percatado que la palabra imposible aparece dos veces, ¡dos veces!. Y que habla de felicidad pasada, cualquier tiempo pasado fue mejor y ese tipo de cosas.

Esa parte esta muy mal, pero le haré una lectura positiva. Se trata de independencia, soy capaz de llegar a cualquier sitio yo solita. Y eso precisamente es lo que me convierte en exploradora, si, como Dora. Porque al viajar solo, te ves envuelto en situaciones distintas que te abren mil puertas a futuros alternativos, descubres otras opciones.

Esta parte me recuerda a mi amigo Dani, que ha recorrido media Europa solo, todavía no alcanzo ese nivel, tendré que trabajar algunos miedos.

Ahora cuando pienso en la frase. «Empezad sin mí», me digo a mi misma Hacedlo, porque tal vez llegue tarde…y no porque tengo trabajo sino porque surgen oportunidades que no voy a desaprovechar.

Una vez alguien muy querido, me mostró el futuro, no mi futuro sino EL FUTURO. El futuro es poder elegir, y elegir la opción que te reserva más opciones de elección.
Estoy en parte de acuerdo con él, pero donde queda el compromiso con las personas. Creo que la virtud esta en el equilibrio, entre determinismo y libertad.

No es bueno estar completamente atado y igual que no lo es ser completamente libre.
Hoy es un día para celebrar, celebrar las elecciones en la vida y nuestro compromiso con ellas.

Explorando el silencio

En 1996, tenía 13 años y creía que lo sabía todo. Como para  la gran mayoría de chicas los 16 significaban ser casi adulta. Mi percepción del tiempo era distinta, todo pasaba a cámara lenta pero a la vez cada pequeño detalle estaba cargado de significado.

Recuerdo perfectamente el estreno de la película «Jóvenes y brujas, marco un antes y un después. Estuve apuntito de apuntarme a la moda gótica de aquella época. Años después aparecerían los emo (me han dicho que emo se escribe sin hache, para mí es raro porque pensaba que la palabra venía del grupo Hemo de la hemoglobina sanguínea), que con todos mis respetos son una versión «pet» de los góticos. En el fondo me hubiese encantado pertenecer a una tribu urbana.

Y allí estaba yo, creciendo en un cole de monjas de un barrio cualquiera de Madrid. Los mayores problemas que surgían en clase era que me tenían que echar porque no paraba de hablar, desde el momento que aprendí a hablar no paré.

Soy esa persona que se para en cada esquina, cada 10 metros para hablar. En el fondo no me suele importar mucho el contenido de lo que cuento, lo que me encanta es hablar y hablar.

Pero volvamos a la película, la protagonista Sarah, es una bruja nata y cuando desea algo se cumple. «Una vez desee estar tranquila y me quede sorda una semana». Pues bien, desde hace meses no tengo tantas ganas de hablar, de hecho prefiero estar en silencio haciendo cosas o leyendo. No es que no me pasen cosas fascinantes simplemente es que creo que mi voz se debe tomar unas vacaciones.

Llevo meses con afonías intermitentes, de cantar ni hablamos y en el trabajo me han dicho que lo mismo me tienen que operar.

Si me operan, el supuesto castigo serán 10 días en silencio, muchos son los que dicen ya que no lo conseguiré.Pero considero que es una oportunidad fantástica para explorar el silencio, para ordenar todas mis ideas, para hacer un alto en el camino y para cuestionarme quien soy.

Confieso que siento algo de miedo a perder la voz pero sé que tengo una capacidad innata para transmitir, así que seguro que encontraría otros modos de comunicarme. Cuando pienso en eso recuerdo Ariel la sirenita de la película de Disney, si una chica que no ha pisado la tierra es capaz de conquistar a un príncipe, yo no tendré ningún problema en conseguir lo que me proponga.

Imaginándome un futuro mejor, tal vez después de la operación mi voz sea más clara, más personal, más seductora, más potente, pueda cantar mejor y esto me ayude a potenciar dotes de comunicación ya me imagino dando conferencias.

 

Sueños turcos

Corría el año 2008, un año en el que sino recuerdo mal, todavía nos comunicábamos por messenguer. Estaba ansiosa por saber todo lo concerniente al lugar donde me mudaba, la pequeña y misteriosa ciudad de Benevento. Quería saberlo todo donde viviría. ¿Piso o residencia? y sobre todo, ¿Con quién?

Dado que la experiencia del piso compartido ya la había vivido, me decidí por la residencia, siendo nacida en Madrid una persona tiene pocas excusas para estar en una residencia. De hecho, me solía resultar complicado  explicar porque vivía en un piso compartido viviendo mi familia en Madrid.

Una vez tomada la decisión, fue fácil localizar la única residencia de la ciudad «La Forestería», mis antecesores habían realizado hasta vídeos de el acceso a la residencia, la cocina, el salón y las habitaciones. Incluso conseguí contactar con un chico que ya estaba allí. Pero resulto que mi contacto español, parecía reírse de mi.

Me decía que las «singolas» estaban muy cotizadas y que me tocaría compartir habitación con un turco. ¿Perdona? ¿Habitaciones mixtas e internacionales? Me parecía un auténtico escándalo.

Así que pase varios días con aquella historia en la cabeza, lamentándome ante mis familiares, amigos y compañeros de trabajo. Nadie escapaba del mazazo de la historia de «dormir con un turco».

Pero a veces la vida te da grandes lecciones y cuando te ocurre, lo peor aquello que no tolerarías por nada del mundo, te das cuenta de lo necesario que era y lo que cambia tu modo de ver las cosas.

A finales de mi erasmus yo dormía en la misma habitación que mi  amigo Recep Kaya, había un sin fin de habitaciones libres pero yo prefería dormir con mi amigo porque tenía miedo por las noches en aquella residencia tan grande y vacía. Fui yo misma quien le pidió que durmiese conmigo y más tarde le seguí hasta San Nicolla de Arcella en la región de Calabria donde el trabaja en una Vineria y pasamos varios días cocinando, ayudando en la vineria y disfrutando de la playa.

Mi relación con Turquía y sus gentes empezó ese año, creo que nos sucede a todos que cuando empezamos a absorber rasgos de una cultura queremos visitar el país del que proviene.

Estando en otra de las habitaciones de la Forestería, en este caso la de Bayan de origen iraquí, me fije en un calendario que tenía un montón de imágenes de sitios fantásticos…¿De donde son estas imágenes?

Son de Turquía, me lo han regalado los chicos- me respondió.

Había imágenes de ruinas, imágenes de desierto, globos de colores, playas de ensueño y algo que yo bautizaría las «piscinas del cielo o el lugar más bello del mundo». Se trataba de Pamukale, en aquel momento supe que tenía que ir allí…

Este verano por fin he cumplido mi sueño, en mi segunda visita a Turquía. Hasta ahora no había escrito nada sobre Turquía porque pienso que mis palabras nunca estarán a la altura de su belleza y de las sensaciones y experiencias que he vivido allí.

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Hace unos pocos días, Recep compartió este vídeo en Facebook, a mi me hace llorar, a veces la belleza me hace llorar. Parece como si se hubiesen metido en mi mente y hubieran reproducido muchos de mis recuerdos.

No se lo que despertará en vosotros, tal vez las ganas de visitar Turquía, o de coger una mochila y echar a andar por el mundo.

En cualquier caso creo que os gustará…