Un tren sin destino conocido.

Esta semana he hecho un viaje muy especial en tren, un grupo de cobayas y yo nos subimos a un tren en la estación de Chamartin, sin conocer el destino. Sabíamos que el viaje duraba hora y media. En ese momento pensé:  ya esta nos llevan a Guadalajara o algo así.

Parecía que faltaban un montón de estaciones y entonces miré el mapa y allí estaba una vía civis en la que nunca había reparado, es curioso como hay cosas que siempre estuvieron allí y solo se revelan en el momento adecuado.

En asiento de enfrente una chica leía Oliver Twist, pronto descubriría que la joven Andrea estudia japonés. En los viajes se generan extraños compañeros. Todos los presentes teníamos algo en común usar el cercanías a diario y haber rellenado un formulario para participar en un tren experimental.

Después de pasar por Guadalajara el paisaje cambio, no se veía ni una casa, había mucha vegetación y hasta zonas de sierra, media hora más tarde llegamos a Sigüenza paramos 10 minutos y regreso.

Me he quedado con ganas de ver la ciudad así que tendré que reservar en el tren Medieval.

Haciendo este viaje experimental, me he ganado un billete al destino nacional que yo elija, y he elegido Vigo para poder visitar a mis amigos del erasmus, Vanesa y Alejandro, por el pulpo a la gallega también…

Os seré franca lo que he aprendido esta semana es que lo que realmente importa no es donde te dirijas sino el hecho de ir, el propio viaje es la recompensa, es tu cambio, tu transformación para a estar más cerca de las metas que te plantees. No tienes porque saber donde vas, solo ponerte en movimiento y un paso te llevará a otro.

Los nuevos valores de Disney: Maléfica

Corren tiempos de «remenbers», y Disney a rescatado la figura de la terrible malvada de la Bella durmiente para contar su historia desde un punto de vista que no habíamos imaginado.

Si hubiera visto esta película de pequeña la hubiese disfrutado aún más, ya que de pequeña me preguntaba siempre porque todos los finales felices eran iguales: una boda en un gran palacio y mucha gente aplaudiendo. Me preguntaba que pasaba con los personajes secundarios y con las motivaciones de los malvados ¿Qué los volvió malvados?

SPOILER

Esta vez la historia nos habla de una traición, y es la traición la que convierte a Maléfica en un ser capaz de tomarla con un bebé inocente. Pero pese a toda esa irá, rencor y rabia desatada que exhibe en un determinado momento, se observa que es un personaje capaz de perdonar. Un personaje que evoluciona y es capaz de volver a amar de un modo desinteresado como lo hacía al inicio.

Al final de la película, se nos dice era un Héroe, era un villano…en cierto modo en eso consiste ser humanos todos somos héroes y villanos en algún momento de nuestras vidas.

Me ha gustado sobremanera descubrir como en esta película dejan el amor romántico a un lado para apostar por el «amor» con letras mayúsculas. ¿Cómo se puede amar a un bebé fruto de tu desgracia?

Me parece que por fin muestran un personaje que evoluciona, un personaje verdaderamente mágico y con coraje.

Fotografía: Maquillaje de fantasía realizado por Alicia San Miguel Olivas. Modelo tu eterna estudiante, Patricia Núñez López.

Salí de mi zona de confort y aparecí en Berlín

Dedicado a Antonio, sin duda nos hemos conocido fuera de la zona de confort.

La semana pasada asistí a una formación de empresa, normalmente me lo paso en grande y lo doy todo. Esta vez me costaba un poco más de la cuenta estar sentada y prestar atención a lo que se decía, será que tenía la cabeza en otras cosas…

Como siempre lo mejor de las formaciones son los compañeros, compartes experiencias del día a día, conoces un poco las problemáticas que tienen en otros departamentos. Pero sin duda,  mi momento favorito es la comida y el café, en esos momentos ya  si que estoy a mis anchas.

El caso es que estuve hablando con mis compañeros acerca de las rupturas y como siempre hay casos mucho peores que el mio pero eso no me ayuda. Nunca estuve en un hospital ingresada, pero sería algo así como establecer comparaciones entre enfermos, en plan  lo tuyo es crónico, lo tuyo es operable, no sé lo ideal es no estar en un hospital. De modo que también lo ideal sería que este tipo de situaciones no existiese…

A mitad de conversación, una persona nos pasó un móvil con la siguiente imagen:

zona_de_confort

 

Una de mis tertulianas, se puso fatal, dijo que semejantes frases le ofendían.  El gallinero estaba muy alborotado, tanto que me llamaba la atención no haber iniciado todo aquello.

Entonces comencé a explicarle el concepto de zona de confort a la persona que tenía a la derecha. Le dije que yo había leído varios libros en los que se nombraba. Se trataba de los límites cotidianos de nuestra vida y aquello con lo que nos sentimos cómodos.

Por ejemplo, seguir siempre en el mismo trabajo, sin ascender, sin emprender ni nada de nada. Comer siempre la misma comida, si ya sabes que te gusta ¿Por  qué vas a cambiar? Hablar con las mismas personas, ir a los mismos lugares, leer el tipo de cosas que siempre lees… y así un sinfín  de cosas que nos definen y a la vez delimitan.

La persona que se alboroto tanto se lo tomo por el sentido de que cuando una persona/pareja ya no te sirve la puedes desechar como si  se tratase de un vaquero viejo.  Pero la imagen no transmite ese mensaje, no habla de nuestra relación con otras personas, sino de la relación que mantenemos con nosotros mismos y con nuestro entorno.  Obviamente cuando estas muerto en vida los demás también lo notan y solo quedan a tu lado las personas de verdad pero esa es otra historia…

Volvamos a mí zona de confort, cuando eres pequeño esta zona es también pequeña y en ella encuentras lo que necesitas, pero poco a poco según creces la zona crece contigo. Como le expliqué a mi compañera para mí hablar en público no supone salir de mi zona de confort ya que mi trabajo exige estar constantemente hablando con desconocidos, de hecho tengo serios problemas a la hora de trazar la línea que separa al conocido del desconocido. Es verdad que la presión aumenta si se trata de presentar algo ante una audiencia especializada o en un idioma que no es el mio. Pero a fuerza de cruzar estos límites, me va resultando más fácil cada vez.

¿Qué tiene que ver Berlín con mi zona de confort?

La primera vez que visite Berlín fue como si me dieran una patada en toda la cara, una sensación violenta y mala, seguida de una gran tristeza. Era como si Berlín pudiese sacar lo peor de mí. Cuando volví a casa eche pestes y me prometí a mi misma no volver a menos que fuese estrictamente necesario…Ocho meses después mi amigo Fer me dio la oportunidad de ver a mi amigo Sergio y darle una sorpresa, no me lo pensé dos veces y reservé un vuelo.  La segunda vez Berlín no me pareció tan amenazador, es más, ahora me gusta mucho, quizá todo estaba en mi cabeza desde el principio.

Cuando estuve allí me quedé prendada de un chico, suena bastante cursi pero creo que es la mejor manera de expresarlo. Había dos problemas para poder regresar: tiempo y dinero. Los dos máxi-enemigos que te acechan fuera de tu zona de confort por no hablar de miedos irracionales de todo tipo. Mi primer impulso fue decir: «No puedo» últimamente tengo mucho cuidado de no decirme nunca esas palabras y si lo hago las analizo e intento poner remedio.

El resultado fue que cuando me decidí conseguí el tiempo (poco) y el dinero (mucho) y con ello pude decir de nuevo sí,  «Sí puedo».

De modo que he salido una vez más de mi zona de confort y he pasado un gran fin de semana. He visitado el festival de las culturas en Berlín, me he hecho un tatuaje de henna que no me ha durado ni dos días y me recuerda lo efímero que es todo, ja ja ja. He tomado el sol en bikini en un parque público, con lo que crítico cuando aquí se ponen en frente del Palacio Real. He cumplido mi legado do Tibu en un patio interior con un cubo de agua, he corrido 5,5 Km para después bañarme en un lago del parque.

Lo del lago os aseguro que no es salir de la zona de confort, es bombardearla, tengo especial aversión por el agua y en general las masas de agua en las que no se ve el fondo.

De modo que puedo decir que esta vez si que pasé a lo grande por debajo de la puerta de Branderburgo y que Berlín ya ocupa un puesto entre mis ciudades favoritas, como Granada, Benevento o Estambul. Aunque lo más importante no son los monumentos sino las personas que habitan allí, son las que hacen grande el viaje.

No es que os invite a salir de vuestra zona de confort, os invito casi a poder una bomba para que no podáis regresar jamás…a veces la evolución requiere de una revolución!

 

 

 

 

 

 

 

La ruptura vista desde un punto de vista evolutivo

Me había prometido a mi misma no montar dramas en este blog, pero tarde o temprano llega el momento de tocar determinados temas.

Hoy toca hablar de la tan temida, odiada y pegajosa, ruptura sentimental y para darle un poquito más de enjundia la  vamos a mezclar con un par de conceptos biológicos: las extinciones en masa y la radiación adaptativa.

La primera vez que me dejaron sentí como si un gigantesco camión trailer se me llevara por delante. Tenía sueños en los que llevaba a mi madre al lugar de lo sucedido y explicaba mira mamá aquí sucedió todo… no comía, no dormía, prácticamente solo lloraba y me quedaba callada mientras en mi cabeza repasaba una y otra vez los mismos argumentos. Recorrí mil y un  callejones sin salida.

Cometí un montón de errores, descuide un montón de asuntos, adelgacé 7 kilos…Fue mi primera gran extinción en masa, un mini apocalipsis personal, fue morir en vida, fue romper con quien era yo entonces.

Pero después de eso llego la radiación adaptativa que en aquella ocasión tomo forma de emancipación, conseguí independizarme. También tomo forma de Beca erasmus, estudio de italiano, clases de full contact, nuevas amistades e intereses…

Resumiendo, se podaron algunas ramas y esto sirvió para dar forma al resto del árbol de mi vida y que creciera más fuerte y en la dirección que siempre había soñado.

Hace poco que he vivido mi segunda gran ruptura o extinción en masa como lo queráis llamar. Pero esta vez el episodio a sido como una mala versión del Padrino. El típico mafioso «judas » que se te acerca, te susurra algo al oído y aprovecha para meterte un tiro en el estómago.

Y todo sucedió muy deprisa, yo estaba ahí envuelta en toda esa película que me cayó de repente… ¿ Y pensé? Si te quedas sin hacer nada la vas a palmar. Así que puse mi mano sobre la herida y apreté fuerte, eché  a andar estilo «The walking death» en búsqueda de un hospital. Si me voy a desangrar, que no se diga que no lo intenté.  Y bajo el lema:  «Ya llorarás mañana y ya te hundirás mañana» seguí caminando  y hasta la fecha.

Ahora entramos en la parte de la radiación adaptativa que me corresponde en esta ocasión, una vez que he podado. ¿Qué forma van a tomar las cosas? ¿Cuánto van a crecer las ramas que quedan?

En cada ruptura hay una oportunidad para crecer,  para reflexionar sobre ti mismo, ser quien siempre quisiste ser y recorrer los nuevos caminos que se abren ante ti.

Pensad en la dinámica del Planeta lleva años funcionando así, grandes períodos de calma seguidos de breves períodos de gran movimiento.

Puedes transformar las rupturas,  hacer que dejen de ser finales tristes y pasen a ser grandes comienzos…